J Ubicación
geográfica e histórica
J Arquitectura
características y muestras artísticas
J Escultura
características y muestras artísticas
J Pintura
características y muestras
J Ubicación
geográfica e histórica
Civilizaciones del antiguo Oriente Próximo que habitaron la región
comprendida entre los ríos Tigris y Éufrates, actual Irak, desde la prehistoria
hasta el siglo VI a.C. Las tierras bajas de Mesopotamia abarcan una llanura
fértil, pero sus habitantes se tuvieron que enfrentar a muchos peligros y penurias.
Su arte refleja al mismo tiempo su adaptación y su miedo a estas fuerzas
naturales, así como sus conquistas militares. Establecieron núcleos urbanos en
medio de las llanuras, cada uno dominado por un templo. El suelo de Mesopotamia
proporcionaba el barro para los adobes que fueron el material constructivo más
importante de esta civilización.
Los sumerios fueron
el primer pueblo que controló la región y estableció su arte, seguidos por los
acadios, babilonios y asirios. El control político mesopotámico y sus
influencias artísticas se extendieron a las culturas vecinas, llegando incluso
en ocasiones a zonas tan alejadas como la costa sirio-palestina.
J Arquitectura,
escultura, relieve y pintura:
características y muestras artísticas en cada periodo del arte en Mesopotamia.
EL PERIODO
PREHISTÓRICO
Los vestigios
artísticos y arquitectónicos más antiguos conocidos hasta la fecha proceden del
norte de Mesopotamia. Hassuna, en el norte, es una localidad donde se han
hallado algunas viviendas y cerámica pintada. En Tell Halaf se realizó cerámica
decorada y estatuillas de mujeres sedentes que se interpretan como diosas de la
fertilidad. La cultura de El Obeid se caracteriza por su cerámica brillante
decorada en negro encontrada en dicha localidad. Uno de los rasgos principales
de la larga secuencia de niveles arqueológicos descubiertos en Eridú es la
existencia de un pequeño santuario cuadrado (c. 5500 a.C.)
reconstruido con una hornacina que pudo alojar la estatua de culto, delante de
un altar ritual. Los templos superpuestos posteriormente son más complejos,
presentando una cella central o verdadero santuario rodeado por pequeñas
habitaciones con pórticos. El exterior estaba decorado con hornacinas y
contrafuertes, elementos típicos de los templos mesopotámicos. En cuanto a la
escultura en barro del periodo de El Obeid, se conservan la figura de un hombre
de Eridú y de una mujer sujetando un niño en Ur.
La ciudad más
importante fue Uruk, la Erech de la Biblia, actual Warka en Irak. Situado sobre
un elevado podio, el templo medía 12 metros desde el nivel del suelo,
prefigurando la típica construcción religiosa mesopotámica, el zigurat o torre
escalonada, cuya función consistía en acercar un poco más a los sacerdotes o
soberanos a los dioses celestiales, o servir de estrado para que la deidad
pudiera descender a comunicarse con los que la adoraban.
En Uruk se han
descubierto excepcionales esculturas en piedra. La más hermosa es una cabeza de
mujer o diosa realizada en piedra caliza (c. 3500-c. 3000 a.C.,
Museo de Irak, Bagdad), que supuestamente tuvo incrustaciones decorativas en
las cejas, en los grandes ojos abiertos y en la profunda raya central de su
cabello.
EL PERIODO
PROTODINÁSTICO
La primera época
histórica del dominio sumerio se extendió desde aproximadamente el
3000 a.C. al 2340 a.C. Al mismo tiempo que se continuaron las
antiguas tradiciones constructivas se introdujo una nueva tipología
arquitectónica: el templo oval, un recinto con plataforma central que sustenta
un santuario. Las ciudades-estado dirigidas por gobernantes o soberanos que no
eran considerados seres divinos se localizaron en Ur, Umma, Lagash (actual Tell
al-Hiba), Kis y Esnunna (actual Tell Asmar). Muchos de los objetos realizados
en este periodo son conmemorativos: relieves que describen escenas de
banquetes, celebraciones de victorias militares o construcciones de templos.
La escultura
sumeria, generalmente de alabastro, exhibe una gran variedad de estilos, y sus
formas geométricas pueden ser muy expresivas. Incluye figuras oferentes, sacerdotes
o gobernantes, algunas de sexo femenino.
EL PERIODO ACADIO
Los pueblos semitas
acadios alcanzaron gradualmente el dominio de la zona hacia finales del siglo
XXIV a.C. Bajo Sargón I el Grande, que reinó aproximadamente entre el
2335 a.C. al 2279 a.C., extendieron su dominio sobre Sumer,
unificando toda Mesopotamia. En las ciudades acadias de Sippar, Assur, Esnuna,
Tell Brak y en su aún no encontrada capital Acad, el palacio se convierte en el
edificio más importante en sustitución del templo.
EL PERIODO
NEOSUMERIO
Después de un mandato de siglo y medio, el Imperio acadio cayó
bajo dominio de los gutis, pueblos nómadas que no centralizaron su poder. Esto
permitió reorganizarse a las ciudades sumerias de Uruk, Ur y Lagash,
iniciándose así la edad neosumeria o tercera dinastía de Ur
(c. 2121-2004 a.C.). En Ur, Eridú, Nippur y Uruk se construyeron
impresionantes santuarios que incorporaban zigurats realizados con ladrillos y
adobe.
PERIODO ARCAICO
BABILONIO O PERIODO PALEOBABILÓNICO
Tras el declive de la civilización sumeria, Mesopotamia fue una
vez más unificada por gobernantes semitas (c. 2000-1600 a.C.), como
Hammurabi de Babilonia. Es famosa la representación en relieve del soberano en
su famoso código legal
EL IMPERIO ASIRIO
El zigurat fue la principal forma de la arquitectura religiosa
asiria. El uso de ladrillos vidriados polícromos fue muy común en esta etapa
mesopotámica. Con el paso del tiempo se convirtieron en la típica decoración
arquitectónica neobabilónica, ya que las fachadas de los edificios se
recubrieron con cerámica vidriada. Aparecen los motivos de el árbol de la vida
y los grifos (animales mitológicos con cabeza de águila y cuerpo de león). Las
imágenes simbólicas sustituyeron frecuentemente a las representaciones de los
dioses. El arte asirio genuino va a desplegarse en el periodo neoasirio o
periodo asirio tardío (1000-612 a.C.), en la época de los grandes
constructores. El primero de los últimos reyes asirios importantes fue
Assurnasirpal II, que reinó del 883 al 859 a.C. Senaquerib, que reinó
entre los años 705 y 681 a.C., trasladó la capital a Nínive, donde
construyó su propio palacio al que denominó ‘palacio sin rival’, también
conocido como el palacio del suroeste. Assurbanipal, que reinó del 669 al
627 a.C., construyó al norte de Nínive otro palacio.
Los asirios
adornaron sus palacios con magníficos relieves escultóricos. El alabastro
verdadero, una piedra blanda que abundaba en la parte más alta del río Tigris,
se podía tallar más fácilmente que las piedras duras utilizadas por los
sumerios y los acadios. Para impresionar a los visitantes y realzar su poder
ante los ojos de sus súbditos expusieron en letra cuneiforme, talladas en
bandas horizontales por toda la superficie de los muros del palacio, crónicas
que relataban su superioridad en las cacerías y en los campos de batalla.
Además, el visitante que se acercara a las puertas de Nimrud o Jursabad, debía
hacer frente a unas enormes esculturas, guardianes antropomórficos, leones,
esfinges aladas con cabeza humana o toros con cinco patas para ofrecer un punto
de vista frontal y otro lateral. A veces estos seres mitológicos se
representaban iconográficamente en la figura de Gilgamesh y su cachorro de león
o como oferentes que llevan animales al sacrificio. Los escultores realizaron
excelentes escenas de caza. Las fieras se representaban con más esmero que los
seres imaginarios antropomórficos. El león y la leona moribundos, detalles de
una escena de caza del palacio de Assurbanipal en Nínive
(c. 668 a.C., Museo Británico), se consideran los más hermosos
estudios de animales del mundo antiguo.
EL PERIODO
NEOBABILÓNICO
Los babilonios, en
coalición con los medos y los escitas, derrotaron a los asirios en el año
612 a.C., saqueando las ciudades de Nimrud y Nínive. La creatividad
neobabilónica se manifiesta en la arquitectura de Babilonia, la capital del
reino, que alcanzó su máximo esplendor entre el 626 a.C. y el
539 a.C. Esta enorme ciudad, destruida en el 689 a.C. por Senaquerib,
rey de Asiria, se reconstruyó por iniciativa del rey Nabopolasar y su hijo
Nabucodonosor II. El templo de Marduk, fue su edificio principal junto con
Etemenanki, un zigurat cercano de siete pisos conocido más tarde como la torre
de Babel. El zigurat alcanzaba una altura de 91 metros; en el piso más alto se
alzaba un templo construido con adobes secados al sol y revestido de ladrillos
cocidos. Al norte del templo de Marduk se extendía un camino procesional de
paredes decoradas con figuras esmaltadas de leones. Atravesando la Puerta de
Istar se llegaba a un pequeño templo, donde se celebraban las ceremonias
religiosas del año nuevo. Al oeste había dos complejos palaciegos. Al este de
la vía procesional se estableció, desde los tiempos de Hammurabi, una zona
residencial. Se conservan pocos vestigios de la ciudad y de los famosos
jardines colgantes del palacio de Nabucodonosor II, una de las siete maravillas
del mundo. La Puerta de Istar (c. 575 a.C.) es una de las pocas
estructuras conservadas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario