miércoles, 5 de marzo de 2014

Arte Paleocristiano



El arte paleocristiano corresponde al periodo intermedio entre la Antigüedad Clásica y a la Edad Media Cristiana.

En él se van a gestar dos manifestaciones artísticas: el templo basilical y la iconografía narrativa y simbólica del Cristianismo, primero representada en las paredes de las catacumbas y luego expresada en la escultura..

Se denomina Arte Paleocristiano al desarrollado en las primeras comunidades cristianas de los siglo II y III hasta la caída del Imperio Romano de Occidente.

Se puede dividir en dos grandes periodos:

Periodo de persecución y clandestinidad (siglos II y III)

Las dos manifestaciones arquitectónicas de este periodo son las Domus Ecclesiae y los Cimeterios (cementerios)

Domus Ecclesiae

Las Domus Ecclesiae fueron lugares para la celebración del rito cristiano, por tanto son equivalentes a las iglesias parroquiales posteriores.

No tenían una forma especial debido a que se empleaban normalmente viviendas romanas normales de dos pisos adaptándola a las funciones que necesitaban dividiéndola con tabiques.

Cimeterios (cementerios)

Durante esta fase los enterramientos cristianos tenían lugar en dos posibles lugares: los areae y las catacumbas.

Areae
En los que las tumbas fueron cubiertas por losas.

Por el ritual funerario de la época, era frecuente encontrar en estos cementerios salas o lugares con mesas en donde se celebraban los banquetes funerarios posteriores al entierro.

Catacumbas

Durante este periodo de clandestinidad era difícil conseguir terrenos para sus enterramientos. Cuando los conseguían y se completaban, se veían obligados a aprovechar el terreno abriendo galerías subterráneas entrecruzadas. Aunque estos lugares eran estrechos, podían tener decoración, especialmente si el difunto pertenecía a la clase adinerada, como los patricios romanos, construyéndose, incluso, pequeños mausoleos.


Arte Paleocristiano en los siglos IV y V

En 311 dC se promulgó el primer edicto de tolerancia, el Edicto de Valerio Augusto, aunque tendrá más importancia el Edicto de Milán, del año 313, que permitirá el culto cristiano.

Ambos fueron promulgados por el emperador Augusto Valerio, pero al acceder al trono el emperador Constantino se da un cambio más favorable para la iglesia cristiana puesto que una gran parte de su familia se va a convertir al cristianismo.

Este proceso de dignificación del cristianismo culmina en al año 380 cuando el emperador Teodosio proclama a la iglesia cristiana como iglesia oficial del Imperio.

A partir de estas fechas, la Iglesia cristiana se convierte gradualmente en una institución de poder estrechamente ligada al emperador y a la administración imperial.

En esta nueva etapa el arte cristiano es financiado por el alto clero y por las clases patricias e incluso por los propios emperadores. 

Los nuevos templos cristianos: las basílicas

El principal problema que se plantea la Iglesia en estos momentos es encontrar un modelo arquitectónico para realizar sus celebraciones litúrgicas.

Los templos romanos no servían a esta nueva era ya que no eran espacios para recibir a una comunidad, sino que eran para la presencia del sacerdote pagano y para albergar la imagen del dios tutelar.

Se prefirió la basílica que eran edificios de forma rectangular de tres o más naves en número impar separadas por columnas, que solía tener una cabecera sobreelevada respecto al resto.

Si las basílicas para el culto tienen planta longitudinal, las plantas centralizadas se van a reservar para los martyria y para los baptisterios, con funciones litúrgicas distintas.

Los martyria fueron construcciones de carácter funerario. En occidente van a tender a convertirse en plantas de cruz griega y normalmente estarán unidos a la iglesia, mientras que en oriente adquieren una gran monumentalidad y se convierten en templos normalmente poligonales que estarán exentos.

Los baptisterios, en occidente serán de planta octogonal y estarán próximos a la iglesia, pero exentos, mientras que en oriente serán pequeñas salas de planta cuadrangular unidas al templo.

Mosaicos y sepulcros

Los mosaicos y la escultura funeraria de los sepulcros son dos de sus más importantes manifestaciones artísticas.
Los mosaicos eligen temas de carácter fuertemente simbólico y religioso.

Los sarcófagos se realizaron en mármol y pórfido. Se dejan sin labrar los de barro cocido. En el siglo III presentan decoración de estrígilos, en forma de ese. Están labrados al frente y en los laterales, porque el otro va pegado a la pared. La ornamentación es figurativa con temas del Antiguo Testamento y Nuevo Testamento.  
Por su parte, en los sarcófagos paleocristianos de los siglos IV y V, frente a los del siglo III que sólo nos ofrecían aspectos puntuales de la doctrina cristiana, se pretende resumir los principios básicos de la doctrina cristiana en su totalidad. Los sarcófagos se leen de izquierda a derecha y, si tienen dos registros, primero se lee el registro de arriba y luego el de abajo.



La pintura paleocristiana se desarrolló durante el Imperio romano, por lo que puede considerarse cronológicamente dentro de la pintura romana; sin embargo, por su temática y características, supone la iniciación de la pintura medieval. 
Adoptaron la pintura con preferencia a la escultura por ser de más fácil ejecución y por ofrecer menos semejanza con los ídolos del paganismo. Durante los primeros siglos fueron decoraciones y pinturas simbólicas más que verdaderas imágenes veneradas. La pintura paleocristiana se extiende hasta el siglo VI en que comienza el estilo bizantino.


Escultura
La escultura se desarrolla sobre todo en los relieves. Las pocas esculturas de bulto presentan algunas representaciones de Jesucristo. Pertenecientes a este tipo de escultura: 
  1. Cristo del Buen Pastor: Joven sin barba, con gorral y túnica, lleva un cordero, deriva del Moscóforo (portador del ternero, escultura del s. VI aC).
  2. Cristo Doctor: Joven sentado, lleva el rollo de la ley en la mano. Son cristos helenísticos en contraposición al cristo siriaco, de aspecto más solemne.


Tarea para ser entregada el día 21 de marzo:

Identifica los siguientes símbolos del arte paleocristiano, y señala sus significados:



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